Lo que una mujer jamás debe confesar a su pareja

Su amado no será ni más ni menos feliz si usted le revela, por ejemplo, que
tiene sueños eróticos o le detalla el historial de hombres que pasaron por su
vida.

Qué secretos no deben ser dichos a la media
naranja

Hay puntos clave a la hora de mantener la armonía en una
pareja. Y si preservar el buen clima se trata, qué mejor que no decir aquello
que el otro no quiere escuchar.

El sitio Terra publicó una lista
de las cosas que una mujer jamás deberá confesar a su pareja.

A saber,
nunca le diga que su comida no le gustó si él quiso sorprenderla con un plato
especial, que resultó ser incomible.

A pesar de que él sospeche que usted
también tiene sueños eróticos, y si bien es un tema que su pareja habla con sus
amigos, es innecesario que se entere que usted sueña con amigos, actores,
deportistas y estrellas famosas.

Como usted seguramente se quejará en
más de una oportunidad acerca del desorden de la casa, será en vano que le
confiese que disfruta del hecho de tener las cosas en orden y sentir que el
ambiente se respira a limpio.

Las salidas con amigas es un tema aparte.
Y dado que ellos gustan creer que son los únicos que disfrutan de las jornadas
con amigos y suelen defender sus derechos de individuo, no le revele que usted
se regocija de esas noches de copas con las amigas.

Si su pasado la
condena (o no) será en vano que lo revele ante él. por más confianza que se
tengan no deberá confesar abiertamente su historial amoroso. Y por más que las
cifras del pasado no sean tan “abultadas” será mejor que se quede con la
duda.

Pese a que la aterre el miedo a envejecer y que le cause pánico
verse con arrugas, celulitis o canas, ante él siempre deberá mostrarse como
preocupada por verse bella para él antes que obsesionada por la belleza.


Será vital también, pese a que le diga en su ausencia
(y que sea verdad) lo mucho que lo extraña, nunca le cuente todo lo que disfruta
de ese tiempo libre para estar a sola, salir de compras, almorzar comida
chatarra, dormir hasta tarde, no arreglar la casa, hacerse las uñas, alquilar la
película más rosa, leer el libro o la revista que empezó hace tres años, verse
con amigas o hablar horas por teléfono.

hay tantas cosas de las mujeres que ya me entré en este post