Eyaculación femenina

Nuestra primera recomendación es que no te preocupes ni te obsesiones con
el tema de la eyaculación. En la cúspide del placer, y en algunos orgasmos
intensos, algunas mujeres segregan un líquido espeso, a veces tan abundante que
se esparce por sus nalgas hasta el punto de mojar la cama. En otras ocasiones,
el líquido expulsado es escaso, por lo que ni siquiera las mujeres son
conscientes de ello.

Algunos hombres y mujeres confunden este líquido
con la orina, aunque no tiene nada que ver con ella, su emisión procede de las
glándulas uretrales, parauretrales y de skene, representan lo que se ha llamado
la próstata femenina porque estas glándulas están compuestas histiológicamente
por un tejido similar al de la próstata masculina…, dato curioso, ¿verdad?
Cuando se ha analizado el fluido de la eyaculación femenina, se ha concluido que
bioquímicamente no tiene nada que ver con la orina, es un líquido parecido al
semen (obviamente sin espermatozoides), con gran contenido en fosfatasa ácida.

¿Qué puedes hacer para conseguir una
eyaculación? Realmente no hay nada que te asegure al cien por cien conseguir
eyacular. Tal vez, incluso, ya lo haces pero en una pequeña cantidad y ni
siquiera te das cuenta. Al 75% de las mujeres le ocurre eso, sólo hay un pequeño
porcentaje que emite una cantidad muy abundante de fluido eyaculatorio. Nuestro
consejo es que estimules en tu vagina tu zona G, que es la que se corresponde
con la localización de las glándulas uretrales y periuretrales de Skene y es la
zona que está implicada en la eyaculación femenina.

¿Cómo encuentras
la zona G en tu vagina? Se trata de una zona eréctil de unos 25- 30
milímetros de diámetro, que aumenta de tamaño cuando nos excitamos y está
situada bajo el hueso púbico, es una zona rugosa en la pared anterior de la
vagina, a unos 3-5 centímetros de su apertura. Un truco para encontrar tu
zona G: imagina que tienes un reloj en el interior de tu vagina y que marca
las 12 en dirección a tu ombligo. Debes buscar tu zona G entre las 11 y la 1,
introduciendo (tu o tu pareja) un dedo o dos arqueándolos hacia arriba, imitando
con los dedos el gesto que hacemos cuando queremos que alguien se acerque. Ten
en cuenta que la localización de esta zona es más fácil cuando estás muy
excitada puesto que tu punto G aumenta de tamaño y sobresale como un tejido más
rugoso que la zona de alrededor.

Por ello es importante que se produzca
una estimulación previa del clítoris. En cuanto a la forma de tocarte, tú debes
guiar a tu pareja indicándole cómo hacerlo, si con movimientos circulares o de
vaivén, presionando más o menos fuerte, con ritmo rápido o lento… Lo importante
es experimentar ya que no hay un camino igual para todas las mujeres, y por
favor, no te obsesiones si no lo encuentras a la primera, la segunda o a la
tercera… Hay mujeres que no estimulan jamás su zona G y no por ello dejan de
disfrutar en su vida sexual. Lo mismo te decimos de la eyaculación, en la
sexualidad no hay metas ni objetivos que cumplir. Tú ya eres muy feliz ¡disfruta
mucho!